En las entrañas de una teoría conspirativa de la generación Z.
Cientos de personas se han manifestado en las calles de Nueva York para visibilizar un mensaje (¿una verdad?) que muchas personas no se animan ni a analizar: los pájaros han dejado de existir, los que vemos como tales actualmente son en verdad robots creados y sembrados por el gobierno.
Los llamados “pajaronegacionistas” consideran que las aves voladoras efectivamente han existido, pero que se encuentran actualmente extintas porque el calentamiento global ha podido con cada una de ellas. Ante tal escenario, según estas personas, el gobierno ha decidido ocultar este fenómeno y reemplazar estas especies animales por… drones de vigilancia.
“El movimiento Birds Aren’t Real ha estado activo desde 1976. Alguna vez fue una causa preventiva, nuestro objetivo inicial era detener el genocidio de las aves reales. Desafortunadamente no tuvimos éxito, y desde entonces el gobierno ha estado reemplazando todos los pájaros vivos por réplicas robóticas. Ahora la prerrogativa de nuestro movimiento es que la gente tome conciencia sobre esto.” escriben en su página web.
Realmente, este movimiento no es más que una parodia de los a estos grupos conspirativos que solemos encontrar siguiendo causas ilógicas y argumentos descabellados. Peter McIndoe, el cabecilla de esta broma, decidió escribir en un cartel la tan famosa frase: “Birds Aren’t Real” y llevarlo, a modo de chiste, a una manifestación trumpista. Alguien lo filmó e inmediatamente se hizo viral.
“Es una forma de combatir los problemas del mundo que no se pueden combatir de otra manera”, dijo Claire Chronis, de 22 años, organizadora de Birds Aren’t Real en Pittsburgh. “Mi forma favorita de describir la organización es combatir la locura con locura”.
Ellos/as mismos, al pertenecer a una generación que creció con la desinformación de internet y muchas veces siendo víctimas, ven estas situaciones como una oportunidad para enfrentar estas experiencias y darle un ejemplo claro al afuera.
“Birds Aren’t Real no es una sátira superficial de las conspiraciones desde fuera. Es una sátira desde lo más profundo”, sostiente Peter McIndoe. “Mucha gente de nuestra generación siente la locura en todo esto, y Birds Aren’t Real ha sido una forma de que la gente lo procese”.