Sonidos de nuestra infancia

Hay recuerdos que huelen, otros que se ven… y después están los sonidos. El click-clack de un teclado mecánico, el chillido insoportable de un módem, el “ta-dum” del Windows 95 que te hacía sentir que podías conquistar el mundo (en resolución 640×480).

Todos estos sonidos en peligro de extinción se apagan pero no mueren: son el combustible de la nostalgia millennial. El sitio “Save the Sounds” (también conocido como Museum of Endangered Sounds) se dedica a recopilar esas joyas sonoras de los 80 y 90 que ahora viven solo en el fondo de tu memoria: desde el disquete girando con elegancia (1,44 MB de pura promesa) hasta el zumbido eléctrico de un televisor de tubo calentándose como si fuera a despegar.

Brendan Chilcutt, el creador, tiene una misión: rescatar esos ruidos antes de que el mundo se convierta en un susurro constante de pantallas táctiles y ventiladores silenciosos. Y es que los dispositivos tecnológicos tienden a ser cada vez más sutiles. Vivimos en una época aséptica, en la que hasta las tostadoras parecen diseñadas para no incomodar a nadie. ¿Más cómodo? Sí. ¿Más memorable? No tanto.

Lo más curioso es que podés entrar al sitio, elegir un sonido y escucharlo en loop como si fuera un vinilo de lujo. Incluso podés mezclar hasta 30 al mismo tiempo, por si siempre soñaste con una orquesta compuesta por un Tamagotchi, un ZX Spectrum y una máquina de escribir. Es nostalgia a demanda: como Netflix, pero para tus oídos.

Y sí, los sonidos también cuentan historias… y cuando desaparecen, se llevan un pedazo de nosotros. Así que, antes de que todo sea mute, regalate un viaje auditivo: escuchá, sonreí, y dejá que un simple “bip” te recuerde que hubo un tiempo en que hasta esperar que cargara algo tenía banda sonora.

La voz hecha arte: la invención del eidófono

Margaret Watts-Hughes (Reino Unido, 1842-1907) fue una cantante, compositora, científica y filántropa galesa. Es reconocida como la primera persona en experimentar y observar el fenómeno de la visualización de sonidos resonantes. Para hacerlo, utilizaba un dispositivo llamado eidófono creado por ella.

Diseños de partes del eidófono

Cuando una persona habla o canta a través del tubo, las vibraciones de su voz se transmiten a la membrana. Las membranas, unidas a las cajas de resonancia con una goma elástica, sirven de base para colocar finísimas esporas de licopodio, que reaccionan mejor al sonido que la arena, más pesada e imprevisible. Cuando un sonido llega a esta especie de trompeta, el licopodio comienza a moverse y forma patrones específicos. Cabe destacar que se trata de esporas de ciertas especies vegetales, como el Lycopodium clavatum, que se usaban por su volatilidad en fuegos artificiales o explosivos.  Así, se dibujan formas mágicas que ella llamó “la forma de la voz humana”.

También se conoce al eidófono como el generador de las “flores vocales”, dada la semejanza entre los motivos florales y los dibujos que crea el dispositivo. 

En su época, este invento causó sensación  y fue presentado en la Royal Society y  en muchas otras instituciones científicas y asociaciones musicales.

El dispositivo para registrar la voz humana era tan ingenioso como simple. Con un poco de habilidad, cualquiera podría construir uno y recrear el experimento de la cantante, el cual es educativo y muy divertido.

¿Conocías este invento?

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¿Te gustan los policiales? ¡buenísimo! ¿Y las comedias? Espectacular, porque, de ser así, tenemos una serie para recomendarte.

En febrero del año pasado, Netflix estrenó una serie policial cómica bastante particular: se trata de Murderville.

El programa es una adaptación estadounidense de Murder in Succersville (2015) en el canal británico BBC Three en la que Will Arnett llevaba ya cuatro años intentando re-versionar. Finalmente, Netflix decidió comenzar a producirla en el verano de 2021 y estrenarla para febrero de 2022.

https://www.netflix.com/title/81193104

La serie consta de seis episodios en los cuales el detective Terry Seattle (interpretado por Will Arnettt) recurre a diferentes famosos para resolver asesinatos: Conan O’Brien, Sharon Stone, Kumail Nanjiani, Ken Jeong, entre otros. Lo característico de cada capítulo es que no cuenta con guion totalmente cerrado y estricto, así que las actuaciones invitadas son cien por ciento improvisadas y estas a su vez interactúan con el resto de los personajes, lo que da lugar a situaciones tan naturales como graciosas.

Aparte de los y las invitadas, Arnett estará acompañado por un elenco fijo compuesto por Haneefah Wood (como la jefa Rhonda Jenkins-Seattle), Lilan Bowden (la médico forense Amber Kang) y Philip Smithey ( detective Darren “Daz” Phillips).

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