El nombre formal de la zurdera es “siniestralidad”, porque deriva de la palabra latina “sinistra” que significa “a la izquierda”. Con el paso del tiempo, esta palabra comenzó a tener una connotación negativa, que persiste incluso hoy en día.
Dejemos, por si acaso, el tema político de lado para no entrar en debates inconducentes y pensemos en el origen de la faceta peyorativa del término. A lo largo de los siglos, el uso de la mano izquierda fue considerado inapropiado, impuro, incluso estuvo relacionado por mucho tiempo con lo demoníaco y lo malvado, por lo que la gente zurda se veía obligada a cambiar su forma natural de escritura y prensión. Y si bien hoy nadie llamaría “demonio” a una persona zurda, todavía se les presentan obstáculos cotidianos que debemos tener en cuenta. ¿O no te acordás de los pocos bancos de la facultad aptos para gente zurda? ¿O de la tinta corrida en la hoja? ¿O de las tijeras inutilizables?