El trabajo en tiempos de colaboración

Las dinámicas del trabajo colaborativo fueron potenciadas por la difusión de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC).

A diario surgen formas de producción participativa que hasta hace no demasiado tiempo resultaban inimaginables.

Encontramos un ejemplo actual de este fenómeno en la plataforma Foldit (fold.it). Se trata de un juego on-line en el cual usuarios de todo el mundo plantean proyecciones tridimensionales sobre procesos de plegamiento de proteínas. El objetivo del juego es generar nuevas estructuras proteicas utilizando herramientas estandarizadas. El sistema asigna una puntuación a las propuestas de cada uno de los usuarios, y luego un grupo de investigadores especializados considera los mejores resultados para su eventual aplicación en laboratorios. Se necesita de todos una buena dosis de inventiva.

Actualmente, Foldit ha cobrado una relevancia superlativa, pues se está utilizando para avanzar en el control del coronavirus. Usuarios de todo el mundo están proponiendo ideas para minimizar el impacto que el virus tiene sobre el organismo humano y para neutralizar sus formas de propagación. Se espera que dichas ideas permitan acelerar el desarrollo de una cura efectiva.

A partir de las posibilidades que ofrecen las NTICS, la cantidad de intervenciones es ilimitada, por lo cual los resultados pueden expandirse de manera virtualmente infinita. De este modo, el producto nunca se presenta de manera definitiva, sino como la versión actual de un proceso que buscará mejorar indefinidamente.

El trabajo colaborativo permite sumar el esfuerzo de individuos que funcionan como pares y que no mantienen entre sí ninguna obligación formal. El resultado de este tipo de trabajo no reconoce un autor exclusivo, sino que pertenece por igual a todos los participantes.

Así, se visibiliza una idea que a menudo queda olvidada: nadie produce solo. La capacidad humana se realiza entre otros y con otros. En ese sentido, el trabajo colaborativo puede ser una forma de ser y sentirse parte de algo muy significativo.

POR SEBASTIÁN BOTTICELLI

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